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El fantasma de velasco. foto: noticias ser

EL DISCURSO DE MIEDO

De cómo la derecha peruana está apostando por un modelo fallido de hacer política y encerrarse más en un discurso plagado de fantasmas.

Utilizando el miedo como factor movilizador

por Frank Edgar NAKer

Publicado: 2019-11-18

Empecemos por el principio. El miedo moviliza. Es un principio básico de la supervivencia. El miedo nos obliga a tomar reacciones inmediatas y sin reflexión. Es una conducta poderosa que elimina cualquier posibilidad de deliberación ahorrando un tiempo valioso -que suele ser muy reducido- en una decisión que podría ser de vida o muerte. Ante un peligro inminente, la reacción debe ser veloz para que sea efectiva. Aunque esta reacción, por no ser reflexiva, no garantiza que sea la correcta. Y en muchos casos, puede empeorar la situación o llegar a un resultado terminal.

Pero ¿qué pasa cuando tal peligro no es inminente?

el terror rojo, descripción gráfica. fuente: knowledge hub

Hace pocas semanas el estreno del documental “La Revolución y la Tierra” ha comenzado a quebrantar un discurso que se percibía como oficial, totalizador y consensuado: la falencia histórica del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado y su responsabilidad en las crisis nacionales que siguieron a su régimen. Como si estuviéramos en la Europa de 1847, un fantasma está recorriendo el Perú: el fantasma del… ¿velasquismo? ¿chavismo? O, finalmente: ¿comunismo? Hablar de Velasco se ha convertido en un acto de revisionismo histórico para cierto estamento político empresarial y sus voceros lo denuncian como parte de un complot comunista por hacerse de un consenso hegemónico en el discurso histórico, ergo en la academia y la cultura. Un fantasma al que bautizan como "marxismo cultural".

¿Podemos hablar seriamente de una conspiración comunista en el Perú en pleno siglo XXI?

Desde 1980 hasta 1992 nuestro país sufrió un brutal conflicto armado interno provocado por (efectivamente) un partido comunista: Sendero Luminoso. Esto trajo la pérdida de 69,280 compatriotas. Casi el 75% de ellos campesinos pobres y quechuahablantes, cuya violencia llegó hasta la capital y destruyó gran parte de nuestra infraestructura volviendo mas pobres a los departamentos que ya eran pobres como Ayacucho, Huánuco, Huancavelica y Apurímac.

Pero, lo que llamaremos “el discurso del miedo”, hace una asociación correlativa entre dos fenómenos que, a todas luces en la historia, son absolutamente distintos, contrarios e irreconciliables: un régimen militar y un movimiento terrorista ¿Cómo es posible eso?

juan Velasco alvarado y Salvador allende 1971.  los fantasmas de la derecha latinoamericana

Para este discurso, el régimen del general Velasco fue un periodo de siete años en que el Perú estuvo gobernado por la ideología comunista. En esta caricaturización grosera de la historia, que tiene su propio vocabulario y una semántica inventada, pasa por alto que las reformas dadas durante estos años pertenecían a un consenso generalizado por todos los partidos políticos de la época y que la única diferencia entre ellos consistía en el grado de aplicación. Esta seudo historia, que ve con el mismo cristal todos los fenómenos, debería -lógicamente- encontrar los vasos comunicantes entre este “comunismo de los militares” con el “comunismo senderista” y demostrar que son parte de una misma amenaza, con finalidades semejantes.

Por supuesto que no los van a encontrar. Porque no existe tal lógica. Eso es lo que pasa con las visiones monocromáticas de la historia que al no reconocer la especificidad y las características reales de los hechos, en lugar de estudiarlos y entenderlos, las predicciones de estos profetas del miedo suelen estrellarse contra la realidad. Pero, al hacerlo, tampoco reformulan sus planteamientos, sino que buscan otras explicaciones cada vez mas enredadas para reflotar el mismo miedo.

En este universo paranoico se mezclan los nombres de Velasco, Soros, Chávez, Lula, Kirchner, Bachelet, López Obrador, Castro, Morales, Mendoza, Huillca, Vizcarra, PPK, Thunberg, Ocasio-Cortez, y hasta de periodistas de derechas como Rosa María Palacios, Juan Carlos Tafur, Gustavo Gorriti o Augusto Álvarez Rodrich como parte de una gran conspiración. Se les llama “caviares”, en un abuso del argumento ad hominem, y se les acusa de querer la imposición de un "Nuevo Orden Mundial", una “ideología de género”, un "marxismo cultural" y un “pensamiento único”.  Incluso, muchas veces, los NAKs hemos sido incluidos como parte de esa lista.

ilustración de kyle platts. new york times  2017.

Es así como el “discurso del miedo”, al no poder refutar la evidencia, recurre al método de la generalización apresurada, la descalificación gratuita y personal; y para ello aprovecha los miedos naturales que tenemos los peruanos al terrorismo o a los regímenes dictatoriales, sin notar que esa amalgama de fantasmas, son solo eso: fantasmas. Algunos llevan casi 50 años de muertos. Otros unos 25 años. Y no es casualidad que uno de los representantes de este discurso, Aldo Mariátegui, aparezca anacrónicamente disfrazado de parafernalia comunista. Como si existieran tales guardias rojos a la vuelta de la esquina.

Relacionar todo cuestionamiento con una amenaza comunista demuestra no haberse enterado que la guerra fría terminó hace 30 años, que los regímenes comunistas fueron derrotados, y que los pocos que quedan aún son dictaduras fracasadas e impopulares. Que no todo lo que está en la izquierda es una amenaza roja, que no todo lo que contradiga el orden establecido es un germen de subversión castrista, que los liberales no se alimentan de sectas secretas con financistas ocultos y que un “Nuevo Orden Mundial” o un “pensamiento único” no solo es un fetiche, sino una imposibilidad como conspiración, si nos ceñimos a la ciencia económica y a los cálculos del premio Nobel John Nash: la teoría de los juegos invalida cualquier posibilidad de concertación en ese sentido.

Quienes alegan esto, en síntesis, no han leído la historia.

"castro-chavismo-vizcarrismo-comunismo". la profeta del terror rojo: rosa bartra. fuente: exitosa diario

La derecha peruana, al haber perdido no solo la argumentación, sino ese espacio popular que alguna vez tuvo con el fujimorismo en el congreso, está tratando -sin embargo- de recurrir a estos espantapájaros y a sus profetas para tratar de recuperar el poder perdido. Y usan la única arma que conocen ante la orfandad de argumentos: la siembra del miedo.

En estos días hemos visto cuán fácilmente se puede engañar a buena parte del empresariado peruano agitando la amenaza roja, venga de Venezuela o del fantasma de un muerto como Velasco. Engaño que da réditos en efectivo y votos en las urnas, ahora que vemos como se financió la campaña del fujimorismo el 2011.

Con ese mismo discurso del miedo es que la profeta del “castro-chavismo-vizcarrismo-comunismo”, Rosa Bartra*, está postulando en las filas de un partido que se ha vuelto, en estos días, en reciclador de extremistas variopintos luego de haber tenido el dudoso mérito de haber llevado al poder a cuatro alcaldes delincuentes (que pueden llegar a 5): Solidaridad Nacional. Esta derecha cree que siendo más extremista va a conseguir resultados cuantitativamente distintos, sin darse cuenta de que ese pequeño segmento tiene una fuerte competencia con otras derechas igual de extremas: el fujimorismo, el aprismo, o los topos que rodean diversos partidos conservadores.

el miedo que obliga botar 3'650,000 dólares al agua: dionisio romero paoletti. fuente  composición imagen: enlinea.pe

El “discurso del miedo” en estas elecciones pretende alejar al pensamiento crítico y al raciocinio. No deja de ser cómico que las primeras víctimas de este discurso del miedo sean los propios empresarios,  que apuestan por el fujimorismo y ven su inversión en ellos perdida dos veces. Estos partidos quieren que votemos movilizados por el temor, de tal modo que no veamos a quienes constituyen el verdadero peligro que hoy amenaza a la nación: la corrupción, apañada por la intolerancia y el miedo. Por ello, repetiremos la pregunta: ¿Podemos hablar seriamente de una conspiración comunista en el Perú en pleno siglo XXI? A quienes te vengan con ese cuentazo, diles que el comunismo ya murió hace tiempo. Y su cadáver, encima, huele muy mal.

*Al cierre de esta edición, la candidatura de Rosa Bartra ha sido rechazada por el JNE. Parece que la ex-congresista seguirá siendo ex-congresista.


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