No señor... la justicia no es revancha
Respuesta al artículo “La Justicia no Debe Sustentarse en la Revancha Popular” por Carlos Meléndez en la página del New York Times en español
Cuando la justicia se vuelve venganza deja de ser reivindicativa
Por Joan Escalante
La justicia peruana no se sustenta en un principio de revancha sino de legitimación, los sistemas de justicia corruptos han hecho de las leyes polvo de mortero para la impunidad política e institucional; pues las redes de corrupción que se encuentran dentro del sistema judicial hacen que, por años, la justicia que se supone nos debe representar y defender han terminado siendo tremendamente perjudiciales para la ciudadanía.
Pero no se trata solo de leyes sino también de derecho, ese juicio valorativo (hoy ausente) que debe estar agregado a un principio de justicia social en orden de evitar que las acciones de pocos sean el perjuicio de muchos; en donde los ejemplos sobran, con el Consejo Nacional de la Magistratura y los Cuellos Blancos del Puerto, quienes muchos no solo siguen el libertad sino que continúan laborando en sus puestos. Y por qué no agregar también al Congreso de la República.
Entonces no se trata de una justicia "llevada por el clamor popular", sino de dar a la justicia su lugar con mecanismos legitimados, los cuales son utilizados al extremo ya que la redes de corrupción buscan mantener el statu quo de impunidad que tanto daño nos ha hecho; esto es una pugna para dar un inicio y un fin a los procesos por los cuales los acusados han sido denunciados, pero que siempre han interrumpido en orden de nunca ser declarados culpables (o inocentes).
En ese sentido no busque achacar la fragilidad del sistema judicial a la prisión preventiva, a los fiscales anticorupción o a los jueces quienes optaron por el mecanismo mencionado, sino a los cuestionados magistrados y fiscales inmiscuidos en corruptelas, delitos y malos manejos; quienes con todo el cinismo del mundo se ofenden cuando les señalan y amenazan cuando quedan en evidencia, no es el esfuerzo de los pocos nobles sino el lodo de los muchos villanos lo que destroza lo poco construido.
Usted no puede presentar opciones basadas en un "ejercicio indiscutible del debido proceso", porque este sería posible solamente en un Poder Judicial transparente y honesto, pero sabe bien que de eso nuestros sistema judicial tiene NADA; hoy las pocas garantías que ofrece nuestra justicia nos obliga a tomar medidas extremas, en orden de cortar los tentáculos de la corrupción y garantizar un juicio justo... pues justamente lo justo es lo que no hay en las cortes del Perú (valga la redundancia).
Por lo tanto la única forma de legitimar la justicia, independiente, transparente, proba y efectiva es retirando de ella a todos los que propugnan la corrupción como medio para alcanzar la impunidad, vender una falsa inocencia y seguir enganchados en los cargos públicos para desangrar a la ciudadanía; desmontar el aparato judicial corrupto que por años nos ha dominado, no es un trabajo fácil que se solucione por mecanismos intermedios.
Enemigos extremos requieren medidas extremas y esa es la PRISIÓN PREVENTIVA.
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