¿Qué ocurre hoy en el Perú?  

Keiko Fujimori ha decidido reunirse con PPK. Visto como una reunión de consulta o de coordinación entre la poderosa oposición y un gobierno débil parece algo muy positivo.

¿Pero será una reunión de consulta o de coordinación?

Esa es la parte negativa. Conociendo a Keiko como mala perdedora, vengativa, rencorosa y convencida de que el Perú le pertenece por derecho de herencia (la Pelona no ha cambiado), esto significa que la reunión no será para consultar ni para coordinar.

¿Por qué, entonces, Keiko ha provocado esta reunión?

¡Muy buena pregunta! Porque en estos momentos de debilidad del gobierno, con un presidente que no sabe lo que dice en unas ocasiones, y en otras dice lo que no sabe, solo cabía esperar el golpe de gracia de parte de la bankada mafiosa. Pero no ha sido así. En el peor momento, Keiko le tiende la mano a PPK en un gesto magnánimo, a lo gran estadista, pero la causa no es la generosidad (una cualidad que Keiko no tiene) sino el miedo a perder su liderazgo debido a su hermano, aunque tenga que ceder algo a cambio.

Si no es de consulta o de coordinación, ni un gesto magnánimo… ¿de qué se tratará en esta reunión?

Tenemos una buena pista para responder esta pregunta. La reunión será a solas, sin testigos ni cámaras. Se trata de buscar un acuerdo entre las dos altas partes contratantes. De dar algo a cambio de algo. A eso, el pueblo, en su infinita sabiduría, le llama REPARTIJA.

Si es así… ¿qué se repartirán?

Todo. PPK quiere que no le hagan olas en los años que le quedan como presidente. En lo que siempre han estado de acuerdo es en asentar el modelo económico. Es la angustia de Keiko por el poder lo que los lleva a reunirse. PPK pedirá conservar su título y que lo dejen tranquilo. Keiko exigirá gobernar en la sombra. Ella dará las órdenes y PPK y sus ministros obedecerán… por el bien del Perú, por supuesto. Por la gobernabilidad, por supuesto. Por los supremos intereses de la nación, por supuesto. ¿Por el pueblo peruano? ¿Por quién? ¿Alguien lo conoce? ¿Alguien lo ha invitado? Dejémoslo que grite en las calles. Ya se calmará. Nosotros sigamos con la NUEVA REPARTIJA.

Por su parte, Keiko ya tiene la Defensoría para evitar una oposición prestigiosa; el Concytec, para seguir con las universidades chichas y ayudar al tío de Ramírez; la Kontraloría, para bajarse a los ministros; el Poder Judicial, a través de su socio Egocolosal. Y entre muchas otras entidades, el Congreso, con sus 69 parlamentarios adictos a los tápers, descontando a los dos que se han ido y a su hermano que busca la cabeza de ella. Ahora Keiko exige el Gobierno del Perú.

Mientras tanto, PPK desea una vejez tranquila, con la seguridad de que terminará su mandato con el título de presidente, vacío, pero con todos los honores y sin nadie que lo ataque.

En el caso de los peruanos, no se preocupen, algunos tendrán su táper o su kilo de arroz. Para los demás siempre habrá una yuca.