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¡Qué fácil olvidamos!

A catorce años del primer vladivideo

Publicado: 2014-09-15

Catorce años pasaron ya y el pueblo parece olvidar. Fue el 14 de septiembre del 2000 en que el Perú entero por fin fue testigo de la podredumbre del gobierno fujimorista. No daba para más, no aguantó, explotó todo el excremento. 

Aquella noche del 14 de setiembre en que se destapó lo miserable y más inmundo de aquel gobierno fujimorista, nos dio una sensación de alegría y alivio: saber que la justicia tarda, pero llega.

Luego de padecer las elecciones de aquel lejano año 2000 y luego descaradamente ser re-reelegido el dictador aquel 28 de julio, ver cómo cayeron esos ladrones la noche del 14 de setiembre nos quitó, a quienes defendimos la verdad, un peso de encima.

Al solo recordar cuando Fujimori se puso la banda presidencial fresca y conchudamente ante la silvatina y el abucheo general de la oposición del Congreso, quienes lo abandonaron en señal de protesta y disconformidad, afloran los recuerdos de una situación de impotencia de ver al corrupto régimen salirse con la suya.

(La fiel y servil seguidora de ese régimen, Martha Hildebrandt, fue quien le puso la banda a su presidentísimo).

Mientras esto sucedía en el Congreso, en las calles abundaban los gases lacrimógenos, los desmanes, incendios y muertes propiciadas, por supuesto, por el mismo gobierno que celebraba la re-reelección. La Marcha de los Cuatro Suyos fue la reacción popular contra la mentira y la corruptela del ladrón y asesino dictador.

La noche del 14 de setiembre se presentó al fin una prueba, la gran prueba que faltaba para corroborar lo que poquísimos medios periodísticos denunciaban: la corrupción del gobierno de Alberto Fujimori.

Lo demás es historia conocida: un pobre improvisado con delirios de grandeza llamado Alberto Kouri recibiendo dinero de Vladimiro Montesinos para cambiarse de partido y sumar filas al fujimorismo, es decir, un congresista siendo comprado con dinero de todos los peruanos.

Con el pasar de los meses, ese mismo escenario, pero con personajes diferentes, se repetiría y sería una constante.

La noche del 14 de setiembre cayó el telón y la mentira. Todo sale a la luz, no hay cosa que pueda quedar oculta. Por eso y por muchas otras porquerías más, Alberto Fujimori está preso y su compinche Vladimiro Montesinos también. ¡Prohibido olvidar!


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No a Keiko

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